La razón
En mi deseo,
y en mi negación,
y en su cruce de caminos
te encuentras tú.
De cuerpo tuyo incorpóreo
hemos/ he recorrido
los grandes valles y montañas,
visado el fin del mundo,
rendido ante la ofrenda
de la naturaleza en sí misma,
extendido -como
los hijos de las alas lo han hecho-
la vista sobre el pergamino
de seis días de un
Gran Espíritu
[ y al igual que Ícaro,
he visto fallecer mis alas
en nuestro cruce de caminos.
en tu cielo,
en el mío…
con un dios negado]
; así como los grandes bosques
de ladrillo y cemento,
desgastado los senderos
de cemento,
esperando por tu ausencia/ni presencia
pero perteneces al capricho de otros.
Y en mi deseo,
en mi negación,
y en su cruce de caminos
donde te deberías...
te debes no más.
Bajo mí veo
y un ángel de muerte
extiende el adiós.
Mensajero vagabundo
que realiza la tarea innoble
de brindar la mano de Tanatos
al mundo…
… incluso a estás oníricas paredes
en las que tú y yo hemos vivido
a través de la pluma y el pincel
que han levantado el pilar
sobre el que me mantengo
junto a ti
; desde que mis palabras calladas
se encontraran con el toque
de tu mano y se extasiaran
con tu sonrisa.
en mi deseo,
y en mi negación,
y en su cruce de caminos
aun estoy esperándote
?
Sí
1 comment:
Que hacer cuando su presencia o ausencia influye en nuestras acciones, pensamientos y emociones? y que hacer si esa persona no sabe el beneficio o el daño que nos causa con su sola existencia? No sé la verdad, cada quien crea su propio hilo, algunos de seda, otros de alambre con espuas.
No hay mucho que pueda comentar, creo que ya se ha dicho que tu lado romantico y sensible siempre sale a flote, sobre todo en clases. Que te da por escribir lineas tristes y solitarias, y que en esas lineas te confiesas, tu pobre corazón se desahoga...
Disfruta de la espera, para que saborees con mayor dulzura el reencuentro.
Por el momento te dejo, triste poeta que esperas en silencio, que observas en silencio, y que mueres en silencio.
Victoria
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